Paseaba por la calle
cuando te vi sin rumbo
yo te quería comprar
pero no tenía ni un duro.
Tú piel es mi suave
y tu relleno muy cremoso.
No sé si sabes
que durarás muy poco.
Cuando termino de comerte
me quedo con más ganas
pero lo que aún me consuela
es la pegatina que me regalas.
JULIA ARAGÓN RAMOS.
Publicata Bibliothecae nº 135
Hace 2 semanas
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