lunes, 16 de febrero de 2009

POEMAS SAN VALENTÍN

Era un día frío de invierno,
y casi no podía respirar,
contuve mi aliento al verte,
para luego volver a suspirar.

Al fin a mi te acercaste,
y poco a poco recorriste mi piel,
en el aire dejaste un rastro,
de tu dulce olor a miel.

Le tuve entre mis manos,
y lentamente se acercó,
el tiempo se me hizo eterno,
y mi mundo se paró.

Un rastro de mi cuerpo,
en tu interior quedó impregnado,
comenzó entonces el ciclo,
en el que tu camino sería marcado.

Solo serías otro más,
otro ser inanimado,
que pronto por todos sería,
ignorado y desechado.

Aquí acabó tu historia,
donde yo, fu tu señuelo,
vuelve al bosque del que saliste,
y cuyo destino, fue ser pañuelo.

SERGIO ALARCÓN BURGOS

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