lunes, 7 de junio de 2010

AL ALUMNADO DE SEGUNDO BACHILLERATO DEL IES FUENTE LUCENA

DISCURSO FINAL SEGUNDO BACHILLERATO

Hoy tengo una mezcla extraña de sentimientos. Por un lado alegría porque habéis conseguido acabar vuestros estudios y habéis crecido como personas. Pero al mismo tiempo tengo una extraña sensación de tristeza por no volver a tener como alumnos. Llevo dándoles vueltas a esto desde hace un mes cuando coincidía con algunos de vosotros y con Miguel Ángel Donaire en una guardia de recreo.
Como os decía, estaba en la guardia y estuvimos todos hablando de vuestro futuro, los exámenes, del verano, la selectividad, mi peso, el color de piel de algunas… Cuando tocó el timbre y nos íbamos para clase me decía mi compañero que era un afortunado de tener a gente así como alumnos. Y creo que fue en ese momento cuando realmente me di cuenta del privilegio que ha supuesto para mí ser vuestro profesor de Historia.

ALUMNADO

Hace ahora tres años que llegué al Instituto Fuente Lucena. Durante ese tiempo he tenido la suerte de aprender cada día de vosotros. Os he visto llorar, reír, protestar, pensar… Son muchísimas las anécdotas que recuerdo ahora:
- Cuando me decíais quien era Espartero
- Cuando futuros premios nobeles de la literatura se ponían a leer
- Cuando otros se mataban por coger una picota
- Cuando me explicábais quiénes eran los moderados…
- Las risas de muchos cuando se me escapaba alguna que otra zeta
- He descubierto también que Aznar en realidad era una mujer y que su verdadero nombre es María José Aznar
- Que el secretario general del PSOE no era Felipe González y si Fidel Castro,
- O que en Chernóbil tuvo lugar una de las tragedias más grandes de la energía nuclear, con la escandalosa cifra de 200 muertos
- Recuerdo también el viaje a Madrid, con nuestro amigo Antonio Bonilla que nos impidió disfrutar de la noche madrileña
- La rapidez para colocarse en las fotos de otros,
- O los chistes buenísimos del profe de Historia…

Y también recuerdo vuestro continuo aprendizaje: vuestras caras cuando hablábamos de la de la Guerra Civil española o del franquismo, los debates sobre los toros, el velo, la política o el plan Bolonia. Cada día he aprendido algo sobre el valor que tiene la juventud. Por todo eso quiero daros las gracias y deciros que jamás me voy a olvidar de vosotros.

PADRES

A los padres os quiero felicitar por el trabajo, esfuerzo y constancia de vuestros hijos. Y más aún con la delicada situación de la educación en nuestro país con resultados educativos muy por debajo de otros países.
Por ello es muy importante que valoremos a los alumnos que tenemos hoy aquí, pues han conseguido salir adelante a pesar de las muchas trabas.
Pese a nefastos sistemas educativos, al elevado número de alumnos por clases, o los alumnos que se niegan sistemáticamente a trabajar y que entorpecen el desarrollo de las clases…
A pesar de políticos incompetentes, de medios de comunicación qué solo miran la audiencia, de la hipocresía de la sociedad..., a pesar de todo ello, hay muchos jóvenes, como los que tenemos hoy aquí, que sacan sus estudios hacia delante con disciplina, entusiasmo e ilusión.
Como dice un escritor al cual mis alumnos le tienen mucho aprecio, Pérez Reverte, “Siempre hay justos en Sodoma” y los alumnos que hoy tenemos aquí son un fiel ejemplo de a lo que me refiero al ser capaces de cumplir las metas del esfuerzo, la dedicación o la ilusión por aprender. Los padres sois una parte fundamental de que vuestros hayan llegado hoy hasta aquí.

COMPAÑEROS

Quiero aprovechar también este momento para despedirme de mis compañeros. Como ya sabréis el curso próximo ya no estaré aquí. Podréis encontrarme en Purchena, lugar que yo tampoco sé donde está, pues no aparece ni en la wikipedia que todo lo sabe, ¿verdad Alberto?.
Han sido tres años muy buenos y donde también recuerdo muchísimas anécdotas.
- Mis encuentros en el baño con Pedro
- Mis charlas filosóficas sobre la vida y otras cuestiones que no se pueden mencionar aquí con Pablo
- Poder escuchar la sabiduría de Garrocho
- Los pelos de Censi o el italiano fluido de Manolo Aragón
- La canción que me enseñó el dire sobre Albacete que todavía no me ha explicado
- Mis charlas sobre educación con Josefina,
- Mis intentos por engañar a D. Galán para que escriba un artículo
- La amabilidad de Susana, Rosario o Elena
- Ver a Alejandro resolver los partidos de baloncesto gracias a mis pases
- Los vídeos de Jesús Simón, que creo no ser el único en recordar
- Mis peleas casi diarias con Rosa y posteriores reconciliaciones,
- Mi aprendizaje sobre un mundo completamente desconocido para mi, Gijón
- Los bizcochos de Reme
- Como salir del instituto en caso de incendio gracias a R. Pabón
- Mis charlas sobre el Málaga con Andrés Plaza que decía que el Málaga bajaba
- Escuchar a José María hablar de grupos de música que nadie conoce, excepto Garrocho,
- Los tocamientos de oreja de Morente
- La paciencia de Alfredo para atender todas mis dudas
Y un larguísimo etcétera de buenos momentos. Pero sobre todo, a mis compañeros quiero darles las gracias por haberme permitido ilusionarme, crecer como persona… Quisiera decirles también que sigan creyendo en su trabajo a pesar de las muchas objeciones y trabas que nos encontramos. Y recordaros el valor que tiene nuestra profesión, la de intentar educar y fomentar el pensamiento crítico, que es el modo de hacer un mundo mejor.

FINAL
Para finalizar a mis alumnos quiero deciros que ahora se abrirán ante vosotros otra etapa diferente donde conoceréis nuevos amigos, maduraréis, lloraréis, reiréis, os enamoraréis, tropezaréis muchas veces… Para esa nueva etapa que viene me gustaría daros dos consejos:
El primero es que no olvidéis nunca que el mundo se puede cambiar. Os pido, como dice la canción de Ana Belén, que lo injusto, el futuro, la miseria, la guerra, la pobreza… no os sean indiferentes. Que intentéis ayudar siempre a los demás. Que luchéis por cambiar el mundo en el que vivimos ya que si hay una esperanza por cambiar el mundo actual, esa esperanza, esa utopía de un mundo mejor se llama juventud.
El segundo consejo es que intentéis ser felices por encima de todo, os levantéis ante las trabas que tendréis en el camino y que luchéis por lo que queréis.



Por último, este año he tenido unas circunstancias familiares bastante delicadas. El Instituto Fuente Lucena, con mis compañeros y alumnos, me ha ayudado cada día a mantener la ilusión y a seguir hacia delante. Jamás me olvidaré de lo que he recibido aquí, por todo ello gracias y hasta siempre.

2 comentarios:

  1. Jesus somos nosotros los que debemos darte las gracias, has sido mejor profesor de lo que nos mereciamos y has conseguido ganarte el cariño de toda una clase, y eso hoy dia es algo bastante dificil.
    no cambies nunca porque eres un profesor excelente y una mejor persona.
    puedo asegurarte que todos tus alumnos te echaremos de menos y siempre te tendremos presente como un amigo ademas de como profesor. gracias a ti hemos abierto los ojos a la realidad que nos rodea y has conseguido que tu gran corazon nos influyta para convertirnos nosotros tambien en mejores personas. un beso , adios

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  2. estoy totalmente de acuerdo con lo escrito por María! sólo añadir que gracias a ti hemos o he aprendido la importancia que tenemos nosotros, los jóvenes, sobre la elección del camino a seguir de las generaciones venideras, quizás sea un simple soñador, pero sin soñadores es imposible alcanzar el sueño! Gracias por hacerme ver que caminar hacia una utopía no es en vano!
    Y más bien que un adiós, hasta siempre, como decía un tal Guevara de la Serna.

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